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Doctrinas hindúes que permean la ecología hoy,” Tomo V:162-163
Por:  Dr. Donald T. Moore

Desde el siglo XX la ecología occidental[1] ha recalcado de muchas maneras la idea de que la contaminación es rampante hoy debido a los efectos nocivos del cristianismo, pues se alega que la cosmovisión bíblica de que el hombre tiene dominio sobre la tierra es la raíz de los problemas ambientales. Por eso concluye que para salvar el planeta tenemos que abrazar otra paradigma, la de las religiones místicas[2] que enseñan la divinidad de todas las cosas; o sea, que la tierra y los ríos son en realidad divinos o deidades, pues suponen que si la gente creyera que la tierra tiene vida divina -- como en India -- entonces dejaría de contaminarla.

El ecólogo Lynn White, Hijo, escribió que "Lo que los pueblos hacen acerca de la ecología depende de lo que piensan acerca de ellos mismos en su relación con las cosas que los rodean. La ecología humana está profundamente condicionada por sus creencias acerca de la naturaleza y el destino nuestros -- o sea, por la religión." Insiste White que el Occidente tiene una cosmovisión equivocada de la naturaleza la cual se debe a la enseñanza bíblica de que los seres humanos no son "únicamente una parte de la naturaleza; [sino están] hechos a la imagen de Dios."[3] No obstante, la realidad es que EE.UU. es uno de los países más limpios del mundo, aunque Suiza, el hogar de la teología reformada, lo supera.

Pero conviene señalar que si la solución ecológica se encuentra en las doctrinas panteístas hindúes, entonces India debe mostrar el fruto de estas creencias en el medio ambiente, inclusive en el río Ganges, su gran río sagrado. En India vive un pueblo panteísta que por milenios ha adorado la naturaleza, incluso las vacas, y en especial diviniza al río Ganges como dios, pues cree que la tierra es su madre. No obstante, el Dr. B. Maity[4] teme enfermarse si come verduras cultivadas en tierras fertilizadas por el excremento humano. Jonathan Rice identifica el sagrado río Ganges como uno de los ríos más contaminados del mundo y el Nullah de Tolly o el riachuelo Adi Ganga de Calcuta, lugar donde los peregrinos religiosos se bañan y aun cepillan sus dientes, como el cuerpo de agua más contaminada en la ciudad de Calcuta, pues consiste de aguas fecales sin purificar y en el año 2000 su aspecto negro fue de petróleo crudo con burbujas saliendo del fango.

El concepto cristiano de saneamiento remonta a Deuteronomio 23:12-14 y otros pasajes bíblicos vinculados con la higiene. Jehová dio instrucciones a los Israelitas a defecar afuera del campamento en un hoyo y tapar su excremento con tierra, porque el "Señor su Dios anda entre ustedes" y Dios no quería ver "ninguna cosa indecente" en él. Así que un pueblo que servía a un Dios santo viviría en limpieza. Puesto que el Dios de la liberación es santo, los Israelitas debían obedecerle y enterrar sus necesidades las cuales su Dios consideraba una "cosa indecente." Hoy se sabe que esta "cosa indecente" causa un gran por ciento de las enfermedades.[5]

Cuando Mahatma Gandhi asistió al primer Congreso Nacional de India veía a los hindúes de las altas castas y los líderes cívicos defecando dondequiera sin preocuparse por donde los excrementos caían. Por eso durante su vida ese gran líder instaba a sus correligionarios a reconocer el saneamiento como la primera necesidad de India.[6] Está claro que los dioses hindúes no eran santos, pues no veían "cosas indecentes." V.S. Naipaul caminó entre los excrementos humanos e indicó que era "la responsabilidad de los barrenderos a remover las heces, y hasta que llegaran ellos, la gente estaba satisfecha de vivir en el medio de su propio excremento."[7] O sea, en el sistema de castas les tocaba a una subsección de los intocables a limpiar las letrinas y bregar con el saneamiento. Las personas de otras castas no limpiaban los excrementos, porque eso los haría inmundos ritualmente. De manera que ser limpio y practicar la buena higiene, violaría su dharma o el orden social. Así serían impuros ritualmente y adquirirían la karma mala, poniendo sus futuras reencarnaciones en peligro. Aun Naipaul, un hindú, lo categorizó como "la deificación de la asquerosidad."

Se explica esta realidad hindú en parte considerando un mensaje de Vivekananda a los Occidentales en Chicago cuando decía: "La enseñanza de la Biblia de que ustedes son pecadores es mala noticia. Los hace débiles y sentirse culpables siempre. Vedanta enseña que ustedes no son pecadores. Más bien, cada uno es completamente divino y el único problema es que ustedes no se dan cuenta de eso todavía." A primera vista esta enseñanza suena bonita como que dignifica a la raza humana, pero se fundamenta en el panteísmo, que diviniza todas las cosas, no sólo los seres humanos. Y si todo es divino, entonces no hay nada único o loable acerca de la deidad humana.[8]

Rice se dio cuenta de esto un día en el centro de Calcuta en medio de lluvias torrenciales e inundaciones. En un callejón donde tenía que entrar caminó hasta las rodillas en aguas sucias y negras en las cuales dondequiera flotaban ratas y cucarachas muertas entre la basura y la excreta. Se estaba preocupando por los microbios en las heces cuando como un relámpago, un destello de revelación, se le ocurrió una idea: "Si la Vedanta y otras formas del panteísmo son correctas, (entonces todo esto es Dios! La basura es divina. Las aguas fecales con sus millones de microorganismos son divinas. Las ratas y las cucarachas muertas son divinas. (Y yo también!" En vez de levantar a Rice a los cielos, el panteísmo le arrastraba a él, junto con toda la raza humana, al nivel de las ratas, las cucarachas y los excrementos. "Todo es Dios, todo es Uno, todo es deleite -- inclusive las aguas fecales."[9]

El problema principal del sector de Nullah de Tolly en Calcuta y del río Ganges es que por cientos de años el pueblo ha bombeado las aguas fecales directamente al arroyo. No obstante, los fieles han seguido bañándose allí afirmando que eran aguas santas y sagradas. Así han deificado la asquerosidad en el río. Agrega a esto los muchos usos del excremento y la orina en varios ritos hindúes. Por ejemplo, algunos conciben la morada de la diosa Laksmi en el excremento de las vacas y los aldeanos, especialmente las mujeres, adoran a esa diosa en la forma del excremento animal en ciertas ocasiones. Además, ciertos agricultores se postran delante de montones de excremento rogando a Laksmi a fertilizar las tierras para poder disfrutar de buenas cosechas.[10] Todo esto es solamente una manifestación del panteísmo, una adoración de la naturaleza para asegurar la fertilidad, y sus libros sagrados no les dice que adentro del excremento sagrado de las vacas hay un enjambre de bacteria e-coli. Por supuesto, la Biblia tampoco lo dice de esa forma, pero para su Dios santo las heces son "cosas indecentes" e inmundicias y deben ser enterradas.

Su sistema de creencias es una de las raíces de la crisis ecológica de India. A veces el conflicto interno entre la ecología y el hinduismo puede crear un muro entre el intelecto y el corazón como en el caso del científico Veer Bhadra Misra, un sacerdote hindú proveniente de una familia sacerdotal, y su río de redención con su peligrosa contaminación.[11] Como religioso sigue bañándose a diario en el Ganges entre las flores pudriéndose, las cenizas de los cadáveres que se acaban de cremar y las aguas fecales, a pesar de que las consecuencias son diarreas recurrentes. Pero como científico acepta el hecho de que las creencias populares de los millones de hindúes que viven a la orilla del Ganges y creen en la pureza perpetua del río, les da una excusa para abusar de las aguas. Si fuera únicamente científico, no se metería en las aguas letales, pero es sacerdote también de una religión que a la vez contamina y adora el río Ganges.

Debido a la cosmovisión panteísta del hinduismo, los conceptos de "puro" e "impuro" pierden su distinción. Por eso esta religión en sí NO puede dar una solución coherente al problema apremiante de la excreta. )Se debe deificarla, no hacerla caso o disponer de ella conforme a buen saneamiento? O sea, si somos uno con la naturaleza, ) cuánta unidad es saludable?

Además de problemas con la excreta, existen muchas otras maneras de contaminar. )Por qué los pudientes y los pobres, los jóvenes y los ancianos botan la basura dondequiera a diario?[12] Los parques cerca de las viviendas y los campos a lo largo de los rieles de los trenes se encuentran llenos de basura. Llegó Rice a la conclusión en base a sus años de residir en India que una unidad demasiado estrecha entre los seres humanos y la naturaleza es dañina. "El panteísta no ve a sí mismo como distinto a la naturaleza. Forma una unidad absoluta con ella; todo en su vida está unido a ella. El mismo es la naturaleza, su basura es la naturaleza y el parque es la naturaleza. Su unidad con la naturaleza no conoce ni límites ni fronteras. Todo es uno. Todo es Dios. Así que la basura llena el parque, y todo se funde en una unidad perfecta. El hombre, el parque afuera de su casa y la basura que él acaba de botar en el parque -- todo se mezcla, todo se funde en una unión feliz, Todo perfectamente uno. Y finalmente toda esa unidad perfecta es únicamente una gran ilusión (maya)."[13]

Pero desde el punto de vista cristiano las cosas no son así. Sólo hasta cierto punto el ser humano es parte de la naturaleza; somos mamíferos en el sentido de que nuestros hijos nacen, y de forma parecida a las otras criaturas morimos. Pero debido a que somos hechos a la imagen de Dios, tenemos dominio para ejercer una mayordomía, puesto que NO todo es una parte de Dios o una ilusión, actuamos en forma diferente. "Me veo separado de la naturaleza. También veo mi basura como algo separado. Todo no es uno. Mi basura es mi problema y mi responsabilidad. No debe estar en el parque o en el campo. Es un producto secundario de mi actividad. Yo, como un ente separado de la naturaleza, produzco basura, la cual también es separada de mí. Por lo tanto, yo no puedo botarla dondequiera que me plazca. Yo tengo que asegurarme que la misma permanece separado de la naturaleza mediante el reciclaje o un vertedero ("landfill").[14]

Pero en años recientes los vehículos de motor en India también expiden grandes cantidades de carbono-monóxido, plomo e hidrocarbonos al medio ambiente. Aunque existe la tecnología para remediar esto, puede ser aplicada únicamente si la mayoría de la gente quiere un ambiente limpio. Por esto, finalmente todo depende de la cosmovisión del pueblo. La cristiana no sólo reconoce que somos mayordomos del mundo, sino también acepta el mundo como real -- en vez de una ilusión o una emanación de una fuerza divina impersonal -- y como bueno,[15] pues tiene un valor que amerita la preservación. Además, la Biblia enseña la importancia de la pureza, la limpieza y el aseo. En mi juventud escuchaba muchas veces de boca de mi madre: "La limpieza está próximo a la piedad."[16] Aunque esta moraleja no aparece en la Biblia, tiene base en ella. Muchos que viven en el Occidente toman por sentado la higiene y sanitación sin darse cuenta de que las condiciones físicas reflejan las espirituales; son "un reflejo del Dios sobre cuya Palabra mucha de la cultura occidental se basa."[17]

Conceptos claves hindúes que impactan el ambiente

La cosmología Vedanta afirma que todo el universo es una ilusión; no fue creado por un ser inteligente y no es distinto de un creador. El mundo físico no es real, pues la mente se engaña si cree que lo es. Así que esta filosofía no describe a su dios como un ser con propósito. Aun sus intérpretes sabios han dicho que Dios no tiene deseo ni voluntad ni propósito en "sus actos de creación, mantenimiento, destrucción, retiro o liberación a los cuales están sometidos los entes."  Pues tal como el sol es una energía impersonal, así también es dios.[18]

)Cuáles son las implicaciones y los efectos éticos de este pensar en la vida de los panteístas? Significa que toda nuestra vida es absurda, una pérdida de tiempo. Si dios no tiene propósito, tampoco nosotros. "Nuestro único destino es no tener uno; nuestro único propósito es no tener propósito." Además, si todo en la vida es una ilusión, sería lógico pasar toda una vida sentado en meditación en una cueva, como lo hacen algunos panteístas. "No tiene sentido trabajar, construir y mejorar nuestras ciudades, reparar nuestras carreteras, tener saneamiento adecuado o mantener nuestras calles limpias. El aire limpio, las calles limpias, los ríos y lagos puros son ilusiones agradables. El aire apestoso, las calles sucias, los ríos y lagos contaminados son ilusiones desagradables. Pero comoquiera ambas cosas son ilusiones, y una actitud iluminada no reconoce ninguna de ellas. Esta filosofía inculca en la gente las ideas de que 'el mundo no tiene valor' y las ideas tienen consecuencias."[19]

Además, el hinduismo enseña un concepto circular del tiempo más bien que uno lineal en el cual uno mueve de un punto a otro, tal como la Biblia nos habla de un comienzo y un fin del universo. Un tiempo circular es como una estrella ("ferris wheel") en un carnaval de donde uno tiene poca visión del futuro al darse la misma vuelta siempre. Por eso hay poco ímpetu para trabajar por una reforma ecológica, pues las condiciones de la vida son inevitables y ocurren automáticamente.

Aún más agravante es el concepto hindú de "lila" (juego o diversión). Esta doctrina afirma que todos los seres humanos son partes de Dios ("Brahmán") y juegan papeles como los actores en un filme. Los demonios y los dioses también juegan sus papeles como parte del juego de la vida. Este pensar se burla de los conceptos "absurdos" de la ecología, la ética, la justicia, la criminalidad y su castigo. Por eso uno de sus sabios dice que dios manda al ladrón para robar y a la vez avisa al propietario que el pillo viene. Si un desastre natural mata a miles de personas, se trata únicamente de la Madre Kali jugando su papel de destructora y la gente jugando su papel de víctima. Pero en realidad nadie se lastima. "Todo es únicamente 'Brahmán' jugando diferentes papeles." Un asesino tal vez mata a un buen hombre en una película, pero todo el mundo sabe cuando termina la cinta que los actores son buenos amigos. Como dijo Vivekananda: La vida no es una escuela. Es una pista en un circo y nosotros somos los payasos dando vueltas y saltos sobre ella. "No tenemos que aprender nada aquí. Ya somos perfectos. Nos gusta brincar, eso es todo." Es muy divertido.[20]

El panteísmo absoluto incluye estos conceptos ya indicados: que este mundo es solamente una ilusión; que la fuerza divina no tiene propósito en la creación y el mantenimiento del mundo, así dejándonos sin propósito; que el tiempo se visualiza como cíclico y fatalista; y que todos los eventos humanos no son nada más que dramas en un teatro. Por consiguiente esta cosmovisión tiene serias implicaciones ecológicas. "Ninguna de estas creencias da a la gente razón alguna para cuidar de la tierra," pues la vida es solamente un sueño y eventualmente todos despiertan de él dándose cuenta que si vivimos en un montón de basura o en una casa inmaculada todo es "maya" y "lila."[21]

A los dioses y las diosas no les hace falta nuestra ayuda

El deber de la mayordomía sobre la naturaleza de parte de un cristiano le da un sentido de obligación moral de cuidar de los animales indefensos, mientras que la falta de ese sentido de parte del panteísta le lleva a pasar por alto el dolor y el sufrimiento de ellos. Se puede usar un aguijón en el ano de un buey para hacerle mover sin uno sentir lástima o dejar un animal en la lluvia por días sin darle de comer o en un zoológico sin sanarle las heridas. Asimismo en un ambiente panteísta fácilmente la crueldad a los animales pasa de la bestia al trato cruel del ser humano. "La creencia de una tierra viva no es ninguna garantía de que no será explotada. En realidad la deificación de la naturaleza aumenta la probabilidad de su explotación. También sirve de base para no prestarle ninguna atención."[22] Como un hindú señala: la deificación de algo, sea la tierra, una vaca o un elefante, no lleva a uno a cuidarlo bien. De hecho, puede significar una explotación brutal. Por ejemplo, si el río Ganges es una diosa, obviamente ninguna cantidad de inmundicia humana puede hacerla daño, pues su poderoso espíritu puede interferir y eliminar toda contaminación. Tampoco puede el hombre infligir dolor a los bueyes, elefantes y vacas. Son divinos y el ser humano no puede torturar a los dioses. Lo que aparenta ser dolor no es nada más que "lila," un juego. A las deidades no les hace falta ayuda humana; ellos mismos se pueden defender. Si Krishna[23] o Ganesa creen que se está tratando mal a los animales, seguramente ellos intervendrán. Otros panteístas hindúes se defienden alegando que lo que hay que hacer es esperar el paso de este ciclo de tiempo aunque pueda durar hasta cientos de miles de años. "Pero el cristiano, con su concepto lineal del tiempo, no puede darse el lujo de esperar cientos o miles de años. Donde los dioses fallan o no responden, el cristiano tiene que actuar."[24]

La corrupción contra la ecología

En países donde se practican el politeísmo y el panteísmo con frecuencia se ven a las deidades como entes amenazantes que tienen que ser apaciguados. Practicar el rito del templo en efecto es una forma de pagar "una extorsión celestial para evitar las calamidades" -- es una especie de chantaje para obtener favores. La gente que tiene este concepto forma sociedades que típicamente ven a los oficiales del gobierno como 'dioses.' Así que el chantaje y la extorsión fluyen del reino espiritual al natural. En el nivel filosófico, el panteísmo hace que cada persona sea una ley para sí mismo. No hay lugar para el genuino rendimiento moral, ya que la única moralidad existente es relativa a la casta de uno. Pero las reglas de la casta tratan principalmente con el empleo que uno consigue, con quien se puede casar y con lo que le hace a uno ritualmente impuro. Así que "falta la idea de un Dios personal e infinito, cuya misma naturaleza define la justicia y la moralidad y a quien se tiene que rendir cuenta de todo." Un escritor hindú señala la diferencia fundamental entre la visión cristiana y la panteísta: "'La idea de tener que rendir cuentas a Dios nos lleva al miedo de Uno de cuyos ojos nada se esconde y ante cuyo trono de juicio todos nosotros tendremos que comparecer algún día ... La idea opuesta que el alma humano es Dios, y como tal no puede de ninguna manera pecar, nos previene de tomar el pecado con seriedad y responsabilizarnos de nuestras decisiones morales. Un individuo que se cree Dios, no puede también ser 'temeroso de El.'"[25]

Conclusiones esenciales

La ecología moderna ortodoxa ha canonizado las religiones orientales y místicas como LA SOLUCION para los problemas ambientales. Los posmodernistas han canonizado el pluralismo y el relativismo en discusiones religiosas. Ambos han demonizado el cristianismo. Aunque las comunicaciones en masa a veces destruyen las culturas indígenas con sus programas degenerados, ellas culpan a los "estúpidos cristianos" por la destrucción del ambiente en lugares como Calcuta, a pesar de que los cristianos son una pequeña minoría. Pero tal como transmite la televisión, así también creen que las masas suponen que les dice la verdad. Debido a las sutilezas engañosas del movimiento ecológico aun muchos cristianos han perdido confianza propia y han comenzado a sentir culpables por las alegadas destrucciones ambientales de su religión. Por eso tenemos que reexaminar la herencia cristiana.[26]

En esencia la Biblia enseña que somos los mayordomos de la tierra, y la esperanza futura de la ecología descansa sobre estas enseñanzas. En Génesis 1:27-28 (VP) Dios delegó al ser humano hecho a su imagen el dominio y la gobernación sobre el mundo y los animales. Ese dominio no quiere decir un derecho divino de destruir la naturaleza si sea necesario para enriquecerse, aunque eso ha sido un argumento para justificar la avaricia desde los comienzos de la Revolución Industrial en el siglo XVIII. Los industriales occidentales lo usaban para defender su abuso y explotación de los diferentes minerales y otros recursos naturales para su propio enriquecimiento. Pero el sentido bíblico y cristiano del dominio tiene su base en Génesis 2:15 (VP) que señala una mayordomía de cultivar y cuidar el jardín. Se trata de una responsabilidad delegada que implica al final un rendimiento de cuentas al Creador, el Señor y dueño de todas las tierras del universo, porque las hizo y en vez de regalarlas a los seres humanos, las delegó para proveerlos ciertas necesidades básicas en la vida y para su preservación. Así que ambos pasajes nos enseñan que Dios delegó al ser humano el dominio o preservación y su uso sobre Su creación. Podían cultivarla y cuidarla y al final rendir cuentas como buenos o malos mayordomos al Dueño de todo -- o sea, a Jehová Dios el Creador.[27] Ese es el mandato ecológico cristiano.

 

     [1]El artículo "The Strange Marriage of Western Ecology & Eastern Thought," SCP Journal (27:4-28:1), 52-70, ha servido de base esencial para este análisis. El escritor Jonathan Rice vivió por siete años en el estado de Bengala, India. Las traducciones al español de las citas son mías.

     [2]Las religiones místicas abarcan tanto el hinduismo y el jainismo como el budismo y los movimientos de la Nueva Era, y los maestros Sai Baba y Deepak Chopra son representantes muy conocidos del hinduismo hoy. Además, a veces los ambientalistas en sus programas televisados se apoyan en las religiones animistas de las tribus indígenas de las Américas como otros ejemplos a imitar.

     [3]"The Historical Roots of Our Ecologic Crisis," Apéndice A (57-69) en Francis A. Shaeffer, The Complete Works of Francis A. Schaeffer, Tomo V (Ill: Crossway Books, 1982), 63.

     [4]Rice, 56, citando a B. Maity en el artículo "Brain Worms in Your Salad?" The Calcutta Telegraph.

     [5]Rice especifica el 90%, 56.

     [6]Rice, 57, citando Richard Grenier en The Ghandi Nobody knows (Nashville: Thomas Nelson Publishers, 1983), 90-91.

     [7]Rice, 68, citando India: a Wounded Civilization (Nueva Delhi: Penguin Books, 1977).

     [8]Rice, 58.

     [9]Rice, 58.

     [10]Rice, 59, citando a David Kinsley, Hindu Goddesses: Vision of the Divine Feminine in the Hindu Religious Tradition (Nueva Delhi: Motilal Banarsidass, 1987), 20, 21, 33. Se exhorta este tipo de adoración en Nilamata-purana.

     [11]Rice, 59-60, citando el artículo "Hindu River of Redemption Dangerously Polluted" de Prensa Asociada de mayo, 1998.

     [12]Rice, 60-61.

     [13]Rice, 61.

     [14]Rice, 61.

     [15]Ver "Dios, Su creación y la Nueva Era," Las Doctrinas Sanas y las Sectas Malsanas, I:125-129.

     [16]"Cleanliness is next to godliness."

     [17]Rice, 63.

     [18]Rice, 63.

     [19]Rice, 63.

     [20]Rice, 64.

     [21]Rice, 64.

     [22]Rice, 67.

     [23]Ver "El movimiento Hare Krishna," DSySM I:214-222.

     [24]Rice, 68.

     [25]Rice, 69, citando a Vishal Mangalwadi.

     [26]Rice, 69-70.

     [27]Para una discusión más completa acerca de la mayordomía cristiana para con la naturaleza, ver Gerald Nyenhuis y James P. Eckman, Etica Cristiana (Miami: Logoi, Inc., 2002), 315-325. Su contenido es "un eco del argumento" de Francis A. Schaeffer, "Pollution and the Death of Man: The Christian View of Ecology," The Complete Works of Francis A. Schaeffer Vol 5 (Ill: Crossway Books, 1982), 3-76.

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