“La magia del rito del Mandala de los monjes tibetanos,” Tomo VI:132-135
Por: Dr. Donald T. Moore
En otra visita reciente a Puerto Rico durante la Semana Santa los Monjes del Tíbet, en una ceremonia de cinco días elevaron una "plegaria a la paz" en la Sala Experimental Carlos Marichal del Centro de Bellas Artes en Santurce. Entre lunes y jueves elaboraron un círculo representativo del universo conforme a la cosmogonía hindú, o sea, diseñaron un Mandala que fue dedicado a la deidad Akshobya. Según el cantante Danny Rivera, uno de sus auspiciadores en nuestro país, "El trabajo que están haciendo, en su simbología, representa el Buda Azul que disipa y desaparece los obstáculos que la guerra está presentando en nosotros, en los dolores, en las madres, en todo ese desgarramiento emocional. Y ver, si esto crea una forma de energía que pueda resultar en algún tipo de sanación entre nosotros."[1]
¿Quién es Akshobya?
Según una creencia budista tibetana al principio el monje "Akshobya tenía mucha habilidad espiritual y eso lo llevó a la arrogancia. Cuando se dio cuenta de que el veneno de su comportamiento hacía daño a los demás, le produjo aversión e hizo un voto de no ofender a nadie" nunca más ....[2] el imperturbable, el inmutable o el impasible "por su capacidad de mantener la meditación y la paz por encima de las tentaciones e intentos del exterior para desatar acciones de ira."[3] Su nombre en sánscrito quiere decir el "inconmovible." Es el Buda que "reina en el Paraíso oriental, la Abhirati," lo cual, en sentido budista "no ha de entenderse como localidad sino como estado de conciencia; las direcciones celestes asignadas a los Buda sólo tienen sentido simbólico e iconográfico."[4] "Akshobya, siendo monje, habría asumido ante el Buda, que desde un lapso inmemorial reinaba en la Abhirati, el voto de no experimentar repulsión ni cólera hacia ningún ser. En el cumplimiento de este voto se mostró 'inconmovible', y tras un esfuerzo innumerablemente largo llegó a ser el Buda Aksobhya y a reinar así sobre el paraíso.... Quien renace allí no puede ya caer a un nivel de conciencia inferior; por eso todos los creyentes deben igualmente tratar de cumplir lo prometido por Aksobhya. Este Buda, que simboliza el dominio sobre las pasiones, aparece iconográficamente con el torso de color azul u oro, y a menudo montado en un elefante. Sus manos hacen la mudrá [gesto] de rozar la tierra con la mano."[5] La imagen clásica de la deidad Akshobya es una figura sentada con las piernas cruzadas, su puño izquierdo está cerrada y la mano derecha aguanta un estuche o caja de Dharma.[6]
¿Qué es un Mandala?
Un mandala es un "plano geométrico 'pintado' con arena de colores con la que hacen una representación" de la rueda de la vida y es un "legado tántrico de los budistas de la India" de miles de años de antigüedad.[7] El "Mandala es una representación budista del universo que se le dedica a diferentes budas, dependiendo de cuál sea el seleccionado"[8] y en este año se seleccionó a Akshobya. "Es una obra que se elabora en arena de diferentes colores [simbólicos] sobre una mesa de madera pintada de color negro.... Los Monjes estuvieron elaborando el círculo, que en sus adentros incluía cientos de simbolismos."[9] "Este palacio de visualización es una plegaria dedicada a la deidad Akshobya, para que haga presencia" en Puerto Rico. El Mandala representa "aquello que es fijo, inmovible ....Es para pedir por la paz universal, para sanar el cuerpo, la palabra y la mente.... Con ese Mandala, los Monjes del Tíbet quisieron traer a Puerto Rico la paz, que el llamado 'Buda Azul' logró mediante su sabiduría."[10] Se cree que quien practica diligentemente las seis perfecciones de generosidad, disciplina, paciencia, energía, meditación y sabiduría será transportado de la playa del renacimiento a la otra playa de nirvana.
En viernes santo durante la ceremonia de clausura con música y cánticos para inspirar a la meditación, uno de los Monjes dio dos vueltas a la mesa cuadrada y "con un instrumento en una mano, el 'vajra', y una campana en la otra, que representa la sabiduría, destruyó el Mandala haciendo cortes en partes iguales de afuera hacia el centro," acción "que representa que todo vuelve a su origen. Luego, otro Monje con una brocha barre todas las arenas, también hacia el centro. Es entonces que comenzó la repartición de arena a los asistentes, quienes pudieron llevarse pequeñas bolsas con arena de colores para sus hogares."[11]
El ritual tibetano y el Dalai Lama
Cuando los monjes destruyeron el mandala que demoraron cinco días en elaborar era "símbolo de que nada es eterno, por lo que los seres humanos no deben aferrarse a las cosas materiales," pues "la arena del Mandala es señal de que nada es eterno." Es una tradición también repartir una parte de las arenas del Mandala entre los asistentes a la ceremonia y "el resto se arroja al mar para que las aguas esparzan a todo el mundo la paz que se intenta llevar con la ceremonia, que esperan que les ayuden a superar los obstáculos que enfrentan para obtener la paz."[12]
De manera que colocaron el resto de la arena "en una vasija que los Monjes cubrieron con un atuendo particular. Así, partieron en caravana desde el Centro de Bellas Artes hasta la Ventana al Mar" en el Condado, San Juan, "donde continuaron con sus cánticos y peculiares instrumentos. Portaban dos enormes trompetas, que por su tamaño tenían que cargar entre dos personas, el tambor, dos clarinetes y los platillos."
Para este rito dos "de los Monjes caminaron hasta las piedras del rompeolas que ubica frente a la emblemática concha hotel del mismo nombre ... mientras los demás permanecieron con los asistentes a la actividad en la orilla, observando cómo se arrojaban las arenas al mar. Los pétalos de las rosas color amarillo y anaranjado, con la que también se dio fin al Mandala, regresaron a la orilla arrastrados por las olas."[13] "La arena se convierte así en símbolo de paz y es depositada en un cuerpo de agua para que llegue a todos los rincones del mundo."[14]
Para este ritual los Monjes contaron "con la bendición del Dalai Lama,[15] cuya foto sonriente fue testigo de toda la ceremonia." Cabe señalar que en una entrevista reciente en España el Dalai Lama reconoció que la población de la ciudad capital del Tíbet está creciendo con inmigrantes de China que ahora gobierna la región autónoma desde Llasa, la capital, y que ya cuenta con una población aproximada de 700,000 habitantes. Dijo haber sostenido conversaciones con dirigentes de China desde su exilio a finales de 1950 en adelante a Damasala, India, y afirmó, "Los comunistas chinos son comunistas sin ideología comunista. Yo no tengo nada contra el marxismo. Es bueno para los pobres." Además, dijo, "Soy budista y creo que cada acontecimiento tiene consecuencias. Pero no creo en la astrología." Aun así reclamó haber introducido una democracia con elecciones entre los tibetanos en el exilio y, por eso, "Si el pueblo tibetano quiere que el Dalai Lama siga, perfecto, pero la institución del Dalai Lama desaparecerá si el pueblo tibetano cree que no sirve ...." Después de todo tras "la muerte de Buda no hubo reencarnación y el budismo siguió bien vivo. Hubo más de mil años sin reencarnaciones.... La reencarnación de la institución es ... un sistema social. Eso cambiará."[16]
En cuanto a la reencarnación[17] y la ciencia, el poderoso mandatario de los lamas tibetanos afirmó que "El concepto de la reencarnación viene del karma, de la ley de la causalidad, que es algo científico. Los científicos dicen que no saben. Yo les digo que eso no es cosa suya, que es una cuestión de los budistas. Los budistas tenemos algunas explicaciones, incluidas algunas experiencias. Es difícil de probar." Finalmente, el lama principal dijo que en sus entrevistas con otros líderes religiosos siempre habla "de valores humanos de armonía religiosa.... Con Juan Pablo II, desde la primera reunión estuvimos de acuerdo en la necesidad de que hubiera plena armonía entre las religiones, que había que introducir más espiritualidad en la sociedad.... Yo siempre digo que hay que estudiar mucho, ampliar la mente, que no es suficiente con rezar y cerrar los ojos. La religión racional sin conocimiento se convierte en religión irracional. Es una lástima."[18]
¿Por qué identificar este rito con la magia?
La palabra "magia" en el título de este artículo es capaz de ser entendida en dos formas. El uso popular puede sugerir lo atractivo, lo atrayente, o lo hipnotizante del rito lo cual se refiere a algo que parece hechizar a otro, y de allí, significa un hechizo, un encanto o un ensalmo. Por más de un mes antes de la visita de los monjes tibetanos a la Isla la prensa publicaba anuncios de páginas enteras en los periódicos del país.[19] La foto incluída presentaba a los monjes en sus hábitos extraños de color púrpura y amarillo con sus instrumentos musicales[20] y tenía el propósito de atraer más personas de todo el país al estimular la fascinación con lo exótico. Se entendía que una característica de mucha gente es siempre buscar lo nuevo y lo diferente. También el tema de la paz no pudo menos que coger la atención del pueblo puertorriqueño por su larga tradición de desear vivir en paz, no sólo en familia donde los conflictos llevan a un alto porcentaje de los matrimonios al divorcio con las consabidas consecuencias de muchos hijos criados por una sola madre o padre, y asimismo debido a la criminalidad rampante y las muchas matanzas cada mes en las calles en gran parte debido a las drogas ilegales y también al número de familias profundamente tocadas por las muertes de los soldados en el extranjero.[21] También la democracia con su política, sus políticos y partidos políticos ha traído el desasosiego. Existe un tercer elemento que influía su gran atractivo y era su celebración durante la semana mayor que por siglos ha conmemorado la muerte de Cristo en la cruz y en especial el día más observado en este país tradicionalmente católico. Pero cabe señalar que la propaganda en la prensa dice sólo una pequeña parte de su propósito, pues un reportero afirma: "En sus viajes mundiales los monjes buscan concienciar al mundo sobre la civilización tibetana que va acompañada con una contribución a la paz mundial con las ceremonias budistas que le permiten recaudar fondos para su comunidad refugiada en India."[22]
De otro lado la palabra "magia" tiene un sentido más técnico especialmente para la ciencia de la antropología y los extensos estudios antropológicos sobre las prácticas religiosas entre diferentes pueblos y en especial los pueblos primitivos. En este caso el vocablo magia se define como el uso de encantamientos, maleficios, hechizos o encantos que se cree que tienen poder sobrenatural para manipular las fuerzas naturales. Así se refiere a los poderes, energías o influencias extraordinarios que parecen emanar de fuentes sobrenaturales. Como manifestaciones de estos se incluyen los ritos mágicos y los encantamientos. Así que la magia en el título se interpreta mejor como una "ciencia oculta que pretende producir efectos con la ayuda de seres sobrenaturales o de fuerzas secretas de la naturaleza." A veces los antropólogos distinguen entre la magia "blanca" y la "negra." Supuestamente la primera beneficia a la persona mientras la otra le hace daño, pues "pretende obrar cosas extraordinarias con la ayuda del demonio."[23] Un ejemplo vívido de la magia lo es la lámpara de Aladino, pues la persona que tiene la lámpara también sabe el truco necesario para obligar al poderoso y gigantesco genio dentro de la misma a salir y acatar sus órdenes, aunque el individuo sea más débil. Sólo necesita aplicar la fórmula y frotarla.
Entre los elementos que dominaban las ceremonias budistas fueron "los tantras,"[24] que son parte integral del budismo tibetano y "En gran parte pueden ser considerados manuales de hechicería pues gran número de ellos contienen colecciones de fórmulas mágicas y sacramentales (mantras), letras y diagramas místicas (yantras), descripciones de sonidos que obran milagros y hechizos de todo género para hacer bien o mal e influir sobre la naturaleza."[25]
¿Difiere este tipo de magia de la fe cristiana? Sí, porque busca dominar, manipular, manejar, coaccionar y controlar los poderes sobrenaturales. Por eso el cristiano no hace uso de tales técnicas con el propósito de facilitar el control externo de las energías y fuerzas invisibles. No se trata de ejercer maestría sobre lo sobrenatural mediante la posesión de alguna fórmula compulsiva. Más bien el cristiano trata de armonizarse con el Dios Trino de manera que se reconcilie con el Señor y tenga paz con El. La espiritualidad y las ceremonias cristianas son expresiones humildes de acción de gracias, de ruego y súplica, pues humildemente presentan sus peticiones ante Dios. Su actitud expresan sus ruegos con humildad al someterse a la voluntad de Dios -- y eso dista mucho de ser la magia ritual dedicada a una deidad o algún santo.
(SDmandal.wp)
[1]Jorge Rodríguez, "Los monjes del Tíbet oran por el país," El Vocero, (5 de abril de 2007), 64.
[2]Arelis Cruz Maisonave, "Elevan singular plegaria a la paz," El Vocero, (7 de abril de 2007), 9.
[3]Maisonave, 9.
[4]Diccionario de la sabiduría oriental (Barcelona: Ediciones Paidós, 1993), 6.
[5]Ibid., 7.
[6]100 Buddhas in Chinese Buddhism (Singapore: Asiapac Books, 1997), 19.
[7]Torres, 82.
[8]Maisonave, 9; ver, además, "¿Cómo es Tara verde?" Las Doctrinas Sanas y las Sectas Malsanas IV:192-193.
[9]Maisonave, 9 y ver también Rodríguez, 64.
[10]Maisonave, 9.
[11]Maisonave, 9.
[12]Maisonave, 9.
[13]Maisonave, 9.
[14]Torres, 82.
[15]El Sumo Sacerdote Budista y Jefe de Estado del Tíbet en exilio, el 14to Dalai Lama Tensin Gyatso. Ver también "Comentarios recientes del Dalai Lama XIV," SDySM IV:142, 153-155 y "Reflecciones sobre una visita al Tíbet," 142-153 y también "Un vistazo al budismo," II:115-124.
[16]Ricardo M. de Ritueroto, "El cuerpo místico del Tíbet," El Nuevo Día (7 de abril de 2007), 30-31.
[17]"La reencarnación y sus evidencias," DSySM I:152-158.
[18]Ritueroto, 30.
[19]Ver "Las artes místicas del Tíbet," El Vocero (5 de feb de 2007), 21; "Los monjes del Tíbet en el despertar de la paz," El Vocero (5 de marzo de 2007), 33; El Nuevo Día Escenario (3 de abril de 2007), 20; Por lo menos 6 veces página de propaganda.
[20]Típicos son los tambores, campanas, címbalos y trompetas. En algunas ceremonias sobresalen "la concentración, la música," los cantos llanos y los tantras (Torres, 82).
[21]"Los Monjes del Tibet," El Vocero (30 de marzo de 2007), 44; "Vigilia por la paz," El Nuevo Día (31 marzo 07), 25; "Rezan por boricuas caídos en Irak," El Vocero (2 abril 07), 33.
[22]Son monjes del Instituto Drepung Loseling o la Sede Norteamericana del "Monasterio Drepung Loseling del Tíbet" [Jorge Luis Burgos, El Vocero "Monjes del Tíbet inician Mandala," (3 abril 07), 35]. "Con esta gira, los monjes buscan realizar una contribución a la paz mundial, generar conciencia acerca de la civilización tibetana y recaudar fondos para la comunidad de tibetanos refugiados en India." (Natalia Torres, "Mensajeros de la paz," El Nuevo Día (3 abril 2007), 82.
[23]D. Samuel Gili Gaya, Vox Diccionario General Ilustrado de la Lengua Española, (Barcelona: Biblograf, S. A., 1967), 1041. Ver "La magia y el cristiano," DSySM I:64-69.
[24]Burgos, 35 y Torres, 82.
[25]Zaniah, 441-442; Diccionario de la sabiduría oriental, 359-360.