“¿Es la Iglesia Católica Romana la única Iglesia verdadera de Cristo?” VIII:119 [SD (May-jun, 2013), 11]
Por: Dr. Donald T. Moore
Esta pregunta es doble; la primera parte es si la Iglesia Católica Romana es aún “una Iglesia de Cristo.” Lo que enseña ella hoy que la Iglesia neotestamentaria y la Primitiva nunca enseñaron cuando, según la Biblia, Cristo Ia fundó en el Siglo I d.C.?
Alegan:
Que la salvación se logra a través de la Iglesia Católica, sus ritos, sacramentos y por las obras y fe de los feligreses.
Que la Iglesia Católica compiló la Biblia. Si esto fuera cierto, todas las Biblias tendrían 73 libros y no 66, porque esta iglesia aceptó 7 libros denominados libros deuterocanónicos, muchas veces llamados “apócrifos,” en el Siglo XVI d.C.
Que su autoridad es la tradición y la Biblia con los deuterocanónicos (apócrifos).
Que los intérpretes correctos de la Biblia son el Magisterio, la tradición oral y él Papa u Obispo de Roma, quien desde el Siglo XIX es aceptado como el juez y maestro infalible de las doctrinas y la moralidad.
Que los siete sacramentos administrados por el clero Católico Romano transmiten poco a poco cantidades de gracia divina a los fieles. Estos ritos son el bautismo infantil que convierte a los bebés en hijos de Dios, la primera comunión, la misa como sacrificio de Cristo y transubstanciación (Cristo hecho real y la sangre en la comunión o santa cena), la confesión auricular con la absolución sacerdotal, las ordenes sacerdotales y el matrimonio, y los santos oleos (la uncién al morir).
Que es saludable venerar a la Virgen María como madre de Dios, abogada e inmaculada que ascendió a la presencia de Dios. Esta practica le resta importancia a Cristo como el único mediador poderoso y Viviente ante su Padre (1 Ti 2:5). Ademés, la visión esencial de Cristo que la Iglesia Católica proclama es como victima y no como el vencedor Victorioso que conquistó la muerte y el reino de las tinieblas.
Que conviene hacer rezos y oraciones a los santos, la Virgen Maria y sus evocaciones, porque son mediadores.
Con todas estas enseñanzas tradicionales aceptadas oficialmente por la Iglesia Católica después del Siglo I, la única conclusión posible es que ni siquiera es ella la que Jesucristo fundó y mucho menos una iglesia de Cristo, y por ende, es un engaño alegar que sea la única Iglesia verdadera de Cristo.