¿Estamos solos en el universo? ¿Existen planetas que pueden albergar la vida? ¿Hay alguien allí? ¿Existe vida inteligente como el ser humano o, por lo menos, microbios o formas simples y exóticas en otros planetas?
Hoy existe una inquietud y un afán de creer y probar que existen extraterrestres en otros planetas, algo como los que aparecen en las películas de ciencia ficción o los ángeles. Especialmente entre ciertos astrónomos que juegan papeles claves en la exploración del espacio existe esta preocupación como si sería el golpe final contra los que niegan la teoría de evolución.2 De hecho, en la proliferación y el gran impacto de la ciencia ficción1 en nuestra sociedad en parte se palpa en esta creencia y en las películas que toman por sentado la existencia de vida inteligente aunque su forma y cuerpo varían grandemente.
Hoy hay estudiosos y religiosos que dicen que no hay vida en otros planetas. A veces alegan: pues si eso fuera cierto, la Biblia nos lo hubiera dicho, pero no dice nada acerca de seres en otros planetas. Esta afirmación viene del sector religioso y debido a eso muchos descartan inmediatamente esa alegación. Aun éstos, a veces, cuestionan la existencia de los ángeles 3 y muchos de ellos desconocen las alegaciones en cuanto a ciertas interpretaciones de la Biblia de varios textos que supuestamente se refieren a manifestaciones de vida alienígena.4
Existen, además, algunos intérpretes que dicen un sí definitivo que hay vida en otros planetas. No obstante, hasta la fecha no han podido producir evidencia científica y empírica alguna. No hay constancia o prueba que constata la existencia de vida en otros planetas en este sistema solar y mucho menos en otros sistemas solares en galaxias distantes a pesar de que llevan décadas buscándola. Cabe señalar que para muchos esto es un supuesto no negociable, pero no lo reconocen como tal y no lo admiten. El problema no es sólo que falta evidencia, porque se ha buscado y no la han encontrado todavía, pero afirman que en los exoplanetas tiene que haber vida y sólo con el paso de y el mejoramiento de la tecnología científica los exploradores la van a encontrar. Cabe señalar que al subrayar la falta de evidencia no se niega la posibilidad de algún hallazgo en un futuro sino estamos señalando una falacia en su lógica.
Otros interesados en este tema argumentan de la probabilidad o, por lo menos, la posibilidad de vida extraterrestre: puesto que hay una gran cantidad de soles en el universo donde giran incontables planetas y eso en sí hace muy probable la existencia de vida en otros planetas. Aun se ha alegado que en nuestro universo hay “17,000 millones de planetas parecidos al nuestro” y algunos tienen agua o la han tenido. Otros alegan que según la sonda espacial Kepler de la NASA (la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio) en 2009 había más de 100,000 millones de planetas en la Vía Láctea y para enero de 2013 se había localizado 2,036 estrellas, en cuyos sistemas se estima que hay alrededor de 2,740 candidatos para planetas similares a la tierra. Por lo menos, desde 2006 han existido búsquedas por otras entidades o alienígenas muy diferentes a la vida terrícola.5 De hecho, ahora algunos astrobiólogos piensan que por lo menos dos lunas en nuestro sistema solar puedan albergar microrganismos extraterrestres. “Europa, un satélite de Júpiter, y Encélado, que orbita Saturno, tienen grandes volúmenes de agua líquida enterrados bajo sus cortezas congeladas.” Europa, una luna de Júpiter, tiene una capa de hielo y probablemente océanos profundos en su interior y Encélado, luna de Saturno, tiene una atmosfera compuesta de vapor de agua que posiblemente esconda un océano de agua líquida. Así que “están interesados en explorar entornos subglaciales” en esta tierra para futuras exploraciones en esas lunas.6
La búsqueda por la vida en otros planetas no es nada nueva. En 1961 SETI (Instituto para la Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre) se inició el primer experimento en busca de vida extraterrestre por astrónomos e investigadores que discutían la posibilidad de encontrar vida inteligente en el universo. El astrónomo Frank Drake comenzó el proyecto en Arecibo,7 Puerto Rico, el cual no consideró la posibilidad de vida no inteligente la cual hoy los científicos creen más probable que exista como bacterias y otros tipos de microorganismos.8 Gerardo Sifuentes, el escritor del artículo reciente en la revista Muy Interesante, sólo tenía una lista de 9 sitios potencialmente aptos para la vida. Y eso se debe al requisito de estar a una distancia adecuada de su sol lo que permite la existencia de luminosidad y de agua líquida en su superficie.9 Además, afirma que suponer que nuestro planeta “sea la única clase de vida que pudiera existir en el Cosmos, ha sido calificado por los expertos como ‘terracentricidad’ puesto que se utiliza el agua (la cual es común en el universo, pero como sólido y vapor) como solvente y se construyan células que aprovechan el metabolismo centrado en el carbono y la base de nuestra existencia se centra en el carbono.” Por eso hoy se habla de vida extraña” o sea aquella que cuenta con una “bioquímica alternativa a la que existe en la Tierra.”10
Hasta ahora existe mera especulación sobre las posibilidades científicas en cuanto a la existencia de vida en otros mundos. En 2014 el astrónomo Seth Shostak de SETI admitió que “no hay pruebas convincentes de que haya vida afuera de la Tierra,” pero comoquiera los astrobiólogos “creen que la vida extraterrestre es común y puede hallarse” eventualmente.11 El artículo de Sifuentes concentra en la especulación sobre los tipos de vida en otros planetas solares y otros lugares por científicos, pero a la vez reconoce ciertos requisitos para que haya vida.12
Hasta ahora existe mera especulación sobre las posibilidades científicas en cuanto a la existencia de vida en otros mundos. En 2014 el astrónomo Seth Shostak de SETI admitió que “no hay pruebas convincentes de que haya vida afuera de la Tierra,”
El afamado Stephen Hawking, físico y cosmólogo británico ha escrito “Life in the Universe” donde alega que “Es poco probable que nuestro planeta sea el único lugar que albergue vida.” También sugiere cuatro razones por no haber hallado vida todavía pero prefiere una de ellas. Por eso afirma que “Hay otras formas de vida allá afuera que hemos pasado por alto; el verdadero desafío es averiguar cómo podían ser en realidad los alienígenas.” En 2010 en el documental “Into the Universe” Hawking dijo que podría haber vida simple y compleja diferente a la terrestre, pero agrega que “deberíamos evitar intentar comunicarnos con la vida exterior; tal vez allá existen seres que busquen recursos en otros mundos para subsistir como fue el caso de Cristóbal Colón y los indígenas en las Américas.”13
En todo caso para ser habitable un planeta o una luna hacen falta muchas más condiciones además del agua en forma líquida en la superficie o cerca de ella. Otras condiciones incluyen placas tectónicas, continentes y océanos de la profundidad apropiada y un campo magnético fuerte y de larga duración. Estas son sólo unas cuantas condiciones para la existencia de vida, pero hay muchos más parámetros además de estos.14 Otro problema en algunos planetas se debe a que muchos planetas contienen 2,000 veces más de carbono en la superficie que la tierra y cuando hay demasiado de esta sustancia allí forma una atmósfera muy espesa que atrapa demasiado calor que emana de la estrella o sol del sistema solar. Como resultado las condiciones en la superficie son imposibles aun para la vida primitiva.
En el Siglo XXI el paleontólogo Peter Ward junto con un astrónomo sopesó la cuestión de vida en otros planetas y concluyó con la hipótesis de la Tierra Rara. “Los investigadores no hallaron evidencias suficientes que denunciaran que no estamos solos en el Universo; pues al parecer la vida en este punto del espacio podría ser producto de la casualidad. En otras palabras, son tan precisas y afortunadas las circunstancias que intervienen para que la tierra sea habitable, que es poco probable que puedan repetirse.” En su libro Rare Earth: Why Complex Life is Uncommon in the Universe, publicado en el año 2000, especificó varias circunstancias para esta situación única: (1) el tamaño de la luna y su influencia gravitatoria; (2) el tamaño y distancia exacta de la tierra del sol permitiendo ajustar el eje de rotación a 23.5 grados que es responsable del clima agradable ; (3) el lugar del planeta tierra dentro de la Vía Láctea permitiéndolo recibir la luz solar sin un exceso de radiación o temperaturas extremas; (4) la ausencia de hoyos negros o supernovas alrededor de la tierra. No obstante, Gerardo Sifuentes rechaza su teoría de la tierra rara y al final de su artículo concluye: “la ciencia no dejará de buscar escenarios plausibles que nos permitan entender el funcionamiento del Cosmos, y también conocer nuestro propio origen.” 15 Sifuentes prefiere pensar en nueve exoplanetas como candidatos que alega que reúnan las tres condiciones habitables: ciertos niveles físico-químicos, una relación estable con sus estrellas y un lugar especial en su galaxia. Para Sifuentes el candidato número uno es el mejor candidato por ser el más parecido a nuestro planeta a pesar de que sea 2 o 3 veces más masivo que la tierra.16
Conviene evaluar el artículo de Sifuentes. Según él no hay todavía evidencia empírica para vida en otros planetas, sean inteligentes (complejas) o simples a pesar de una serie de exploraciones y diferentes tecnologías buscando desde el comienzo de la década de los 1960; inclusive no hay ninguna evidencia detectada por el radiotelescopio en Arecibo, Puerto Rico. Ha pasado más de medio siglo de exploración en el universo sin evidencia palpable y fiable de vida que no sea en la tierra. Todavía no hay confirmación de la presencia de materiales orgánicos simples.17 No obstante, sigue argumentando del número de soles y planetas en el universo, pero son muy pocos los planetas encontrados que reúnen las mínimas exigencias para la vida. Comoquiera los científicos están insatisfechos con una teoría de la Tierra Rara. Obviamente, se trata de una decisión basada en una fe en las suposiciones de algunos hallazgos en el futuro.
Dr. Hugh Ross, científico y teólogo de California, tiene un doctorado en ambos campos. Trabajaba con la NASA, una compañía de exploración del espacio, por años y es escritor de libros y páginas de Internet. Alega que un planeta tan grande como la tierra que es azul o verde requiere una especie de andamiaje extenso de un sin número de planetas para mantener su existencia habitable. Por lo tanto, los millares de planetas nunca han tenido el propósito de ser habitados sino proveer el sostén o el medio ambiente necesario para que hubiera vida en un planeta tan grande. El astrofísico Dr. Ross predice que se descubrirán 10,000 planetas que parecerán a nuestro planeta, pero que ninguno tendrá las condiciones necesarias o ser aptos para albergar la vida avanzada. Tal vez encuentren planetas con la capacidad de sostener microbios, pero los que tienen la capacidad de sostener vida inteligente serán raros o aun no existentes.18
Especifica una variedad de condiciones o parámetros para que propicie la vida en ese planeta. Incluyan una galaxia correcta con brazos espirales y en la zona correcta. Todo esto está condicionado a una estrella correcta para que exista un planeta que pueda albergar vida inteligente como la tierra.19 Sólo el 10% de las estrellas son aptas. Además, su luminosidad depende del tamaño de la estrella. El 80% de las estrellas son enanas rojas, que no son aptas para planetas como la tierra. De hecho, Dr. Ross20 ha especificado unos 84 parámetros que tendrán que tener esa sol-estrella y planeta y según este astrofísico “la probabilidad de encontrar un planeta con esas características es de 1 en 10^138. En otras palabras, es más probable encontrar un átomo específico en el universo que un planeta que sustente vida inteligente.” Por lo tanto, es más razonable la explicación de que la tierra esté diseñada para sostener vida humana. Cuando analizamos estos argumentos con un diseño ideal del universo, el argumento a favor del diseño y, por lo tanto, por “la existencia de Dios es infinitamente más grande que el escepticismo ateo.”21 Concluye Dr. Ross señalando “que un planeta como la tierra que pueda albergar vida inteligente es extremadamente raro en un universo que es inhóspito para la vida…. No sólo la vida inteligente, sino hasta las formas más simples de animales son extremadamente rara en nuestra galaxia y en el universo.”22
En otras palabras, es más probable encontrar un átomo específico en el universo que un planeta que sustente vida inteligente.” Por lo tanto, es más razonable la explicación de que la tierra esté diseñada para sostener vida humana. Cuando analizamos estos argumentos con un diseño ideal del universo, el argumento a favor del diseño y, por lo tanto, por “la existencia de Dios es infinitamente más grande que el escepticismo ateo.”
Además, Dr. Ross, que a su vez es teólogo, niega la existencia de alguna razón teológica para que Dios creara dos “tierras.” “Una es suficiente.” Agrega que el Libro de Hebreos afirma que Jesucristo murió una sola vez por toda la humanidad, pero técnicamente, según él, esa afirmación “no elimina la posibilidad de hierba o grama, pero sí de lo equivalente a la vida humana.”
De hecho, la probabilidad de encontrar un planeta con la capacidad de sostener vida avanzada aun si hubiera 10 billones de trillones de planetas en el universo (un número muy optimista), “la probabilidad todavía es menos que uno en 10^1050th.” De manera que es altamente improbable encontrar un planeta igualmente atractivo para la vida en este universo. Además, para existir vida sería un milagro y comoquiera necesitaría un creador sobrenatural.23 O sea, “la probabilidad es tan cerca a cero que tal probabilidad jamás ha sido determinada.”24 Del lado positivo, vale la pena repetir que el Dr. Ross ha argumentado que hace falta un universo enorme como el nuestro para permitir que hubiera un planeta verde o azul25 tan grande como la tierra para proveer un tipo de andamiaje necesaria para nuestro planeta habitable.
¿Cuáles son las condiciones para la vida? ¿Basta un planeta con agua y equidistante del sol como la tierra o sea una zona habitable y un medio ambiente con aire? Son condiciones iniciales y no todo lo que se requiere. Es cierto que por bastante tiempo los exploradores han afirmado que hay agua en Marte, pero todavía no han encontrado señales de vida. Si se encontraran señales de vida allí, ¿probaría eso la teoría de evolución? No necesariamente. No sólo Dios pudo haber creado vida en más de un planeta en este sistema solar o en este universo, sino también los vientos solares entre la tierra y Marte pudieran haber llevado y trasplantado la evidencia de vida de nuestro planeta para allá.26 Además, no basta sólo encontrar agua, porque hace tiempo se descubrieron planetas con agua y a veces tienen demasiado agua para albergar la vida y, según el astrofísico Dr. Ross, estos planetas “tienen 500 a 1,00 veces el agua en la tierra” y cuando existe demasiada agua, no existen continentes arriba del nivel del mar.”27
Otros factores para albergar la vida, además de zonas habitables y condiciones climáticas favorables, son un ambiente climático favorable para la vida, suficiente calor para existir agua en estado líquido y océanos que no se congelaran ni se evaporan, y cualquier planeta rocoso volcánico que albergue una atmosfera plena de monóxido y dióxido de carbono.28
Muchos investigadores mantienen que la vida comenzó en la tierra, pero unos cuantos investigadores difieren y aceptan la hipótesis o teoría de la panspermia que es la idea que los elementos primigenios se generaron en el espacio exterior a la tierra. Esta teoría sostiene que la vida en la Tierra pudo haber sido trasplantado de otros planetas. El filósofo griego Anaxágoras (500 a.C.) fue el primero en expresar esa creencia y luego en 1908 un científico usó el término para explicar la existencia de la vida en la tierra. Afirma que los ladrillos básicos para generar la vida existen en el universo, pero para proliferar requiere de condiciones adecuadas. 29
El Dr. Billy Graham, un evangelista bautista mundialmente famoso, ha dicho que si en el futuro se encuentra vida inteligente en otros planetas, la misión del cristiano en el más allá será llevar a esos seres el mensaje de Cristo. Seríamos misioneros llevando el mensaje de Cristo, el Señor y Salvador, a ellos. Por supuesto, eso sería así, sólo si Dios no los haya provisto lo necesario ya.
Aunque desde el punto de vista científico nadie sabe definitivamente si existe vida en otro planeta o no, sí sabemos, como cristianos, quién tiene control sobre este mundo donde vivimos y sobre el mismo universo con sus millones y millones de planetas y estrellas o soles. Todos están en su mano. Nuestro Dios soberano y Creador sabe lo que ha hecho y hace, y hay cosas que como seres humanos finitos tenemos que dejar en sus manos y en humildad simplemente admitir que no sabemos ahora, pero a la vez esta realidad no es ningún obstáculo para que investiguemos, pero siempre y cuando atendemos las necesidades humanas en nuestro planeta primero.30
Asimismo es importante que estemos conscientes que no tenemos a un Dios pequeño y finito e impotente sino grande, infinito y poderosísimo o sea omnipotente. Pudo haber creado otros mundos habitables y vida en esos planetas o lunas. No olvidemos que Cristóbal Colón encontró pueblos indígenas en las Américas que ya habitaban el mundo Occidental. Además, hoy nuestro Creador tiene el poder de crear nuevos planetas habitables y vida dondequiera que Él decida y crea bien ponerla. Recordemos las palabras de Cristo Jesús al entrar a Jerusalén: que su Padre celestial podía formar de las piedras a seres humanos que lo alabaran. Todo poder creativo está en sus manos y no las nuestras. A nosotros nos toca confiar plenamente en su poder creador y aceptar que hoy hay cosas en este mundo que no podemos explicar. En cualquier momento que Él decida crear en el presente o en el futuro, el Creador de los cielos y la tierra no nos tiene que explicar todos sus planes y propósitos o todos sus hechos. Él hace lo que le complace sin consultar con nosotros. Está en sus manos soberanas y no las nuestras finitas. Somos limitados en nuestros conocimientos y para nuestro propio bien Dios no ha decidido revelarnos todo en la Biblia. Pero nos ha revelado todo lo necesario para la redención y la salvación de nuestras almas y cómo mejor vivir nuestras vidas sana y moralmente, pero no nos ha revelado cómo funciona este mundo o el espacio sideral. Confiemos plenamente en Él y en su voluntad. Hoy sabemos lo suficiente para vivir nuestras vidas plenas dentro de su santa voluntad. Así vivió Abraham sin alcanzar todo que Dios lo había prometido (Heb 11:8-19). De hecho, la mayoría de nosotros sabemos más de lo que hacemos.
En conclusión, es muy importante mantener una mente abierta a la posibilidad que exista vida en otros planetas y una disposición de prestar atención y analizar nuevos reclamos y nueva evidencia, sea positiva o negativa a nuestras preferencias. Si se descubre que es cierto que exista vida en más planetas, entonces nuestro Dios Creador del universo tiene su plan para ellos y para nosotros, y nosotros tendríamos que descifrarlo, y tal vez sea un plan misionero o quizá no. Cabe señalar que en ningún lugar Dios nos prohíbe investigar el espacio sideral, pero eso no quiere decir que gastemos mil millones de dólares en la búsqueda sin primero preocuparnos por el bienestar de nuestros prójimos. No obstante, siempre es importante reconocer que una sospecha no es un hecho probado y en la lógica la aceptación por la sociedad de un supuesto no prueba su veracidad. También es importante admitir la realidad de que los seres humanos han pasado años con numerosos proyectos en busca de vida y han gastado miles de millones de dólares buscando sin encontrar evidencia palpable y fidedigna. Recuerda que insistir que exista vida en otros planetas en alguna parte del universo no es lo mismo que haberla encontrado. Aun yo recuerdo que toda mi vida se ha estado buscando sin encontrar esa evidencia preciada, pero eso en sí no necesariamente constituye una prueba contundente de que no exista. Por eso, mantengamos una mente abierta.
En cualquier momento que Él (Dios) decida crear en el presente o en el futuro, el Creador de los cielos y la tierra no nos tiene que explicar todos sus planes y propósitos o todos sus hechos. Él hace lo que le complace sin consultar con nosotros. Está en sus manos soberanas y no las nuestras finitas.
Mientras tanto, la tierra sigue como el único planeta con vida hasta que y en cuanto que se tenga evidencia empírica fiable. Esto es parecido a la creencia por años y aun por siglos y milenios en una tierra llana (plana), pero con mejores embarques para viajar a otros lados de la tierra se descubrió que no era llana. Comoquiera todavía en este nuevo milenio existen organizaciones y personas que insisten que es llana a pesar de las pruebas que tenemos hoy en su contra. Hay que aceptarlas. Tampoco este planeta es una bola redonda como un baloncesto como se creía por muchos años; tiene una forma más ovalada. De manera parecida, por años se creía que la tierra era el centro del universo; luego, debido a sus observaciones en nuestro sistema solar, Galileo Galilei teorizó que el sol era el centro de nuestro sistema solar (heliocéntrico) y no geocéntrico como insistía Tolomeo, pero ya sabemos que ninguna de las dos conclusiones es correcta. Hoy sabemos que nuestro planeta se encuentra en un brazo espiral o como en un suburbio de la Vía Láctea y no en su centro.
Hoy tenemos que mantener una mente abierta a las dos posibilidades, pero hasta la fecha en todo el universo nuestro planeta tierra permanece único en albergar la vida simple y la avanzada, el ser humano inteligente creado por Dios, pero si en un futuro se descubriera lo contrario, tenemos un Dios de la tierra y del cielo, de los soles, lunas y planetas y del profundo espacio de nuestro universo que tiene su plan para todo lo que Él ha creado y nos toca a nosotros a acoplarnos a ello.
Una segunda pregunta tiene que ver con ciertos planetas en este sistema solar. ¿Es una buena idea escoger hombres y mujeres para viajar y habitar otros planetas como Marte? Según la prensa “100,000 personas se” apuntaron para ir a Marte en un viaje sin retorno. Esto es el plan de “Mars One.” Hay 43,000 ya apuntados de las dos Américas. “Según el proyecto de la NASA, se elegirá un grupo de 40 viajeros este año, cuatro de los cuales partirían hacia Marte en 2022, y completarían el viaje en abril del 2023. Otros cuatro llegarán dos años después. Cada tripulación estará integrada por dos hombres y dos mujeres, todos de distintos continente. Por ser un proyecto de colonización, ninguno de ellos regresaría a la Tierra.”31
1 Dos ejemplos recientes (“Promethius” y “Jupiter Ascending”) promulgan la teoría que los extraterrestres sembraron la vida humana en el planeta tierra pero con diferentes propósitos. 2 “Creación y/o Evolución,” Las Doctrinas Sanas y las Sectas Malsanas II:153-163; “Una nueva revolución y las limitaciones de la ciencia,” DSySM VII:105-111. 3 “Ángeles, ángeles y más ángeles” DSySM III:54-65; Ver también “El mundo imaginario religioso de AVATAR,” La Sana Doctrina (Mayo-Junio, 2012), 1-6; “Los Ovnis siempre presentes,” DSySM VI:29-36; “Sectas en la noticia: los raelianos,” DSySM V:12-14; “El Dios Bíblico y la fuerza galáctica,” DSySM V:193-200; “Enigma! Y los Gnósticos Samaelianos,” DSySM II:145-152. 4 Ver Jaques Vallée en “El misterio de los ovnis y los extraterrestres,” II:164-175.
5 Geraldo Sifuentes, “Bioquímica alternativa en el universo fuera de este mundo,” Muy Interesante (Año XXX #02, Febrero de 2013), 42. 6 BBC Mundo, “Lagos escondidos debajo del hielo,” El Nuevo Dia, (10 de julio de 2013), 62. 7 “¿Qué dirías a un extraterrestre?” El Nuevo Día (17 feb 2015), 41.
8 Sifuentes, 45; ver también, “Voyager 1: ‘Rumbo a la eternidad,’ El Nuevo Dia (18 Sept 2013), 64. 9 Sifuentes, 44, 50-51. 10 Sifuentes, 42-43. 11 “Interés en vida extraterrestre,” El Nuevo Día (22 de mayo de 2014), 63. 12 Sifuentes, 42.
13 Sifuentes, 48. 14 Ver las tablas al final de “Creación y/o Evolución,” DSySM II:161-163
15 Sifuentes, 49. 16 Sifuentes,50. 17 Sifuentes, 47.
18 “WWW. “Does the Probability for ETs = 1?” última página. Ver también “Vida extraterrestre en el subsuelo,” El Nuevo Dia (19 sept 2013), 66. 19 http://respuestasevangelicas.blogspot.com, p. 2. 20 Ibid., 3-8. 21 Ibid, p. 8. 22 Ibid, p.1.
23 Jason Palmer, “Con miles de millones de hermanas la Tierra,” El Nuevo Día (9 de enero de 2013), 58. 24 “WWW. “Does the Probability for ETI = 1?” la última página. 25 Un tono azul para un planeta no necesariamente se debe a la presencia de océanos porque el distante planeta HD 189733b tiene una atmósfera de partículas de vidrio o silicato “que desprenden luz azul.” “Descifran el misterio del exoplaneta,” El Nuevo Día (16 de julio de 2013), 47. 26 “Curiosity,” el Laboratorio Científico de Marte (MSL en inglés) que es un artefacto estadounidense de una tonelada, o sea una sonda rodante, aterrizó el 6 de agosto de 2012 cerca del Monte Sharp. Una parte de su misión, que “tiene un costo de $2,500 millones,” es la búscada de sustancias químicas que evidencian la existencia de cualquier criatura viviente allí en el pasado, inclusive microbios [“Un año de curiosidad satisfecha,” El Nuevo Día, (7 de agosto de 2013), 66]. Ver “La vida pudo comenzar en marte,” El Nuevo Día, (30 de agosto de 2013), 75. 27 WWW. “Questions about NASA discovery of 54 ‘habitable’ planets,” p. 1; y www “Does the probability for ETI = 1?” 28 Sifuentes, 46-47. 29 Sifuentes, 46-47.
30 Ver “La creación y/o la evolución,” DSySM, II:153- 163 y “Una Nueva Revolución y las limitaciones de la ciencia,” DSySM, VII:105-111.
Sobre el articulo
Articulo tomado de una de las revistas de la Sana Doctrina por el pastor Albert Cuadrado, fiel colaborador, asesor, y director de multimedios a cargo de la página web.
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Sobre el Autor
En seminarios de P.R. el Dr. Donald T. Moore ha enseñado cursos en el A.T. , N.T. , Teología Sistemática, Arqueología Bíblica, Historia del Cristianismo, Misiones y otros. Ha enseñado en cuatro seminarios en P.R. por aproximadamente quince años. Los seminarios son: Luther Rice, el Bautista, el Alianza y el Reformado. El Dr. Donald T. Moore obtuvo su Doctorado en Teología en el Southwestern Baptist Theological Seminary.
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